Páginas RUTA INTERIOR

miércoles, 5 de diciembre de 2012

LO EFIMERO DE NUESTRAS VIDAS (71)



Si pudiésemos tener consciencia de lo efímera de nuestra vida, tal vez pensaríamos dos veces antes de ignorar las oportunidades que tenemos de ser y de hacer a los otros felices. 
Muchas flores son cortadas muy pronto; algunas apenas pimpollo. 
Hay semillas que nunca brotan y hay aquellas flores que viven la vida entera hasta que, pétalo por pétalo, tranquilas, vividas, se entregan al viento. 
Pero no tenemos como adivinar. No sabemos por cuanto tiempo estaremos disfrutando este Edén, tampoco las flores que fueron plantadas a nuestro alrededor. Y nos descuidamos a nosotros mismos y a los otros. 
Nos entristecemos por cosas que nos pasan y perdemos un tiempo precioso. 
Perdemos días, a veces años. Nos callamos cuando deberíamos hablar, y hablamos demasiado cuando deberíamos quedar en silencio. 
No damos el abrazo que tanto nos pide nuestro corazón porque algo en nosotros impide esa aproximación.
Dejamos que la mente, fría y calculadora frene nuestro corazón. 
No demostramos la parte tierna en nosotros porque nos averguenza mostrarnos vulnerables, no decimos lo que nos gusta porque pensamos que el otro sabe automáticamente lo que sentimos. 
Hablamos y hablamos de nuestros conflictos, con los amigos, los familiares o el analista de turno, los conocemos, pero no nos atrevemos a realizar los cambios o ajustes para modificar lo que nos agobia, nos sobra enojo y nos falta valor para poner las cosas en orden.
Y pasa la noche y llega el día... el Sol nace y adormece, y continuamos siendo los mismos. 
Reclamamos lo que no tenemos, o que no tenemos lo suficiente. 
Cobramos a los otros, a la vida...a nosotros mismos. 
Y nos consumimos comparando nuestra vida con la de aquellos que poseen más. 
Y si probáramos compararnos con aquellos que poseen menos? 
Eso haría una gran diferencia!
Y el tiempo pasa. Pasamos por la vida y no vivimos. 
Sobrevivimos, porque no sabemos hacer otra cosa. Hasta que, inesperadamente, nos acordamos y miramos para atrás. Y entonces nos preguntamos: ¿Y ahora? 
Ahora, hoy, todavía es tiempo de reconstruir alguna cosa; de dar ese abrazo postergado; pedir las cosas que creemos justas de una manera amable y tranquila; de agradecer por lo poco o mucho que tenemos. 

Nunca se es demasiado viejo, o demasiado joven, para amar, para decir una palabra gentil, para demostrar lo que sentimos sin orgullo. No mirar para atrás. Lo que pasó, pasó. Lo que perdimos, perdimos. Mirar hacia adelante! Todavía hay tiempo de apreciar las flores que están enteras a nuestro alrededor...todavia hay tiempo de comenzar de cero... o es que pensamos que es tarde para intentar nuevos caminos?... que nos podría pasar si lo intentáramos?.
 Es cuestión de organizarnos y hacelo!! ( querer, saber y poder son tus atributos divinos).

Todavía hay tiempo de agradecer a Dios por la vida, que aunque efímera, aún está en nosotros y si estamos vivos podemos intentar un cambio, reordenar nuestra historia, un borron y cuenta nueva.
Podremos verlo así? Ajustémos la vida a nuestra medida, como un traje, y agradeciendo, siendo humildes y generosos, es como se abren las puertas de la abundancia.

Juan Mendizabal (no textual)
---------------------------------------------------------

Paz y bien para todos.






 

No hay comentarios:

que te parecio el material? te ayuda?