Salir hacia adentro.
¿Te has puesto a pensar porqué este mundo está tan loco? Pienso
que nos hemos enfocado tanto hacia afuera, en querer siempre algo, que muy pocas veces estamos
contentos. Pasamos una enorme cantidad de tiempo tratando de encontrar
satisfacción y felicidad en donde no se la encuentra y normalmente terminamos decepcionados. Será por eso que todas
las filosofías del mundo apuntan a mirar hacia tu interior, algo de lo que se hablado mucho desde hace milenios...que lo verdaderamente valioso, lo real, lo esencial habita en lo interno.
La felicidad no está fuera, está adentro, así que la salida hacia la
felicidad y dicha total, es hacia dentro...salir hacia adentro.
Una forma de lograr esto es a través de la meditación, que es simplemente enfocarnos en el momento presente, poner atención en el espacio interior y conectarnos con nosotros mismos, con lo que
verdaderamente somos.
Practicar meditación es un hermoso regalo, pero no siempre bien entendido. Así como existen muchas opciones para elegir cómo
vestirnos, en qué trabajar, que hacer, que camino tomar, que compañia elegir, etc., también hay muchas opciones de meditación o formas de interiorización .
La meditación no es una técnica, ni un método, es más bien un estado, una
experiencia que surge de forma natural cuando dejamos ir lo preconcebido y
ponemos atención a lo que es.
La meditación no es algo
que se provoca, la meditación surge, aflora como un modo particular de ser, de existir, distinto a lo conocido habitualmente.
Siempre que tengamos la intención de estar presente para percibir ese estado particular de ser, la experiencia de meditación o interiorización, se desarrollará como algo espontáneo, sin importar la técnica que practiquemos.
Si nos centramos en una sola sensación, como la respiración o el
darse cuenta de todo lo que surge y desaparece en nuestro campo mental, estaremos volviendo a conectarnos con nuestra capacidad natural de
estar presentes, en el aquí y ahora.
Ese es el camino
de la interiorización, la salida hacia adentro, pues no se medita
o interiorizas para aprender sobre ti o tu espíritu, meditas para experimentar eso que hay dentro de ti... el verdadero Ser que te habita.
Meditar, no es tratar de alcanzar estados superiores de consciencia o tener visiones,
si bien esto sucede, "salir hacia adentro" significa experimentar, vivenciar y comprobar
la libertad de sentirse unido al Todo.
Un monje que meditaba desde hace muchos años, anhelaba una señal
de que estaba avanzando, de que la meditación valía la pena. Un buen día tuvo
la visión de un hermoso Buda de oro que llenó su mente. Estaba tan feliz que
corrió hacia su maestro para compartir con él.
El maestro obviamente muy contento, elogió al joven monje y le
dijo: “Esto es muy bueno, muy bueno” y añadió... “Pero si sigues meditando,
pronto desparecerá”.
Hacia fuera todo es
ilusión, simple percepción, hacia dentro todo es pura realidad.
¿Hacia
dónde quieres salir?
PAZ Y BIEN PARA TODOS
