Vivimos años de nuestra vida cuestionándonos si estaremos haciendo "lo que vinimos a hacer", y pude ver claramente, sintiendo la alegría en el alma... que lo importante para nuestro Ser Esencial, no es si hacemos o no “lo que vinimos a hacer” sino como nos sentimos y que sentimos cuando ponemos manos a la obra en lo que hacemos…
¿Qué calidad de energía estamos derramando en cada acto de nuestra vida?
Cada cosa que emprendemos, desde lo cotidiano más simple hasta atender a otro ser humano para ayudarlo a despertar en su corazón ...la clave de vivir una vida digna de ser vivida, es cuando vamos desplegando nuestro don, esa energía única sagrada
y parte del gran Espíritu Universal que habita en cada uno de nosotros y que se
activa si disfrutamos de lo que hacemos...
Somos parte de lo mismo, de un Todo mayor, en el cual habitamos, y al encontrarnos con la sintonía de nuestro propio corazón, sentimos nuestra propia melodía interna que es lo que nos permite crecer desde adentro…
Quizás sin tener plena conciencia de que eso sucede…
Quizás no hay necesidad de moverse tanto en el afuera... sean viajes, movimientos de un lado para otro,cambios de lugares ,trabajos o personas... Pero si hay momentos en los que necesitamos estar en nuestro adentro buceando mares azules, o traspasando tímidos umbrales para llegar a puertos nuevos y animarnos a transitar ese adentro inexplorado.
La libertad de Ser, permite que nuestro campo áurico se expanda a distancias insospechadas por nosotros mismos sin movernos del lugar...
La Serenidad de Ser, nos ubica en aquellos lugares internos donde la energía de la luz y la verdad fluyen a través de nuestra alma y desbloquean los miedos a tomar el poder de nuestra propia vida, ese poder de sentirnos libres de ser quienes somos, esa partecita del Todo mayor que al mismo tiempo es protagonista y parte del gran rompecabezas del universo.
Y casi sin darnos cuenta y natural e imperceptiblemente iremos concretando lo que en nuestra alma esta escrito y grabado: lo que veníamos a hacer
Así la aceptación del Ser, la autoridad espiritual superior, nos abre caminos nuevos e insospechados para nuestra vida, generando principalmente respeto y paz en el mundo del caos.
Comienza a aparecer entonces la comprensión del funcionamiento de esta vida que late y se manifiesta a través de nosotros como seres humanos galácticos sin limitaciones por nuestro ropaje…ya que la conexión se activa y somos mucho mas de lo que vemos con los ojos físicos…
La integración al maestro interior se va instalando cada vez más en nuestra vida y el conocimiento del Espíritu Planetario en el que habitamos nos provee de la sabiduría necesesaria para transitar nuestras dudas…
Aparece la pureza del amor en cada uno de nosotros siendo y latiendo al ritmo del cosmos, expandiendo la conciencia y la energía no solo de nuestro corazón sino de nuestra vida entera, empapada de la bondad infinita que nos envolverá en su manto...y nos aliviará el alma
sosegandonos serenamente cuando logremos sentir que “Ser es vibrar y expandir las alas del espíritu sagrado mas allá del ego, alcanzando lugares nuevos en nuestro interior ".
Ser es animarnos a construir un estado puro de conciencia amorosa, donde la bondad sea el eje conductor de nuestros actos.
Hacer lo que vinimos a hacer es “Ser” y la vibración desde el Ser es lo que va a hacer lo que se tiene que hacer... quizás desde la personalidad no se pueda entender pero me ubicará en el lugar adecuado para mi alma y mis almas afines para seguir evolucionando y creciendo en el Todo, aportando algo a su evolución porque me animé a vibrar desde mi esencia... desde mi Ser.
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PAZ Y BIEN PARA TODOS
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Fuente:www. adrianamorera.com (no textual)
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